Una vez escuché a una madre decir que su bebé lloraba con más frecuencia que su hija cuando tenía hambre. Ella creía que las niñas eran más adeptas a practicar el control. En otros lugares fue exactamente lo contrario. También aprendemos cómo los padres pueden utilizar las actitudes y los rasgos de comportamiento que distinguen a los niños recién nacidos de las niñas recién nacidas. Se cree que las niñas desarrollan la comunicación y las habilidades motoras gruesas tempranas más rápidamente que los niños; sin embargo, esto no está universalmente aceptado.
La mayoría de estos puntos de vista se basan en las observaciones de padres que han criado a sus hijos. Existen variaciones entre niños y niñas recién nacidos, pero es cuestionable si estas diferencias existen, según la investigación:
1. Habilidades Sociales:
Debido a que son más sensibles a los sentimientos de las personas, se les elogia como dulces. La idea está respaldada por 100 estudios que muestran que las niñas interpretan mejor las emociones faciales que los niños. Por otro lado, una investigación británica descubrió que, aunque los bebés varones miran primero los móviles, las niñas miran primero las caras.
Además, la capacidad de leer rostros se transmite de madre a hijo, y la crianza juega un papel importante en el perfeccionamiento del talento. La brecha en la incapacidad para responder a las emociones entre hombres y mujeres adultos es más del doble que la de los niños. Al parecer, las niñas aprenden a expresar sus emociones en el útero, mientras que los hombres aprenden a reprimirlas. Una estrategia para lograr que sus hijos sean receptivos es ayudarlos a aprender las palabras que les permitan expresarse.
2. Habilidades espaciales:
En términos de habilidades espaciales, los niños superan a las niñas. Según los estudios, los niños de entre tres y cinco meses pueden imaginar cómo se vería un objeto al girarlo. Las niñas de la misma edad, sin embargo, no pueden hacerlo. Los niños tienen ventaja sobre las niñas en aritmética porque tienen habilidades espaciales como estas. Esto no quiere decir que las niñas no sean capaces de hacerlo. Simplemente explica por qué, desde una edad temprana, los hombres prefieren los deportes y los juegos de computadora a las niñas. Puede comenzar a ayudar a las mujeres a desarrollar habilidades espaciales desde la infancia exponiéndolas a bloques de construcción, acertijos numéricos y otras actividades que fomenten la agilidad mental. LeNhung
3. Preferencia de juguetes:
¿Qué pasaría si a tu hijo le gustaran las muñecas y a tu hija los camiones? Sorprendentemente, los recién nacidos no pueden distinguir entre juguetes “de niño” y “de niña”. Si bien es común que las niñas jueguen con juegos de té y los niños con camiones, la tendencia ha persistido debido a las presiones sociales, la presión de los pares y el marketing específico de género.
De hecho, resulta que si las niñas están expuestas a suficiente testosterona en el útero, pueden disfrutar de los juguetes que tradicionalmente están reservados para los niños. Los monos machos preferían los juguetes con ruedas a los juguetes blandos, según una investigación realizada con monos para examinar la elección de juguetes. Las hembras preferían ambos. En el caso de los seres humanos, podría ser prudente ayudar a eliminar el estereotipo si su hijo tiene una preferencia por un juguete contrario a la norma.
4. Caminar:
Entre los 9 y los 11 meses, los bebés de ambos sexos comienzan a caminar. Algunos padres sienten que sus hijos son más rápidos que sus hijas a la hora de alcanzar los hitos motores, mientras que otros dicen que las hembras son las primeras. Algunos pediatras creen lo mismo.
Sin embargo, según investigaciones recientes, no existe una diferencia sustancial en el desarrollo motor grueso entre hombres y niñas. Como los varones normalmente son más altos y pesados que las niñas recién nacidas cuando tienen seis meses, los padres subestiman o sobreestiman a sus niños y niñas. Como resultado, se espera que el niño demuestre habilidades físicas antes que la niña. Una forma de mantenerlos a la par es dándoles mucho ejercicio y manteniéndolos activos físicamente, en lugar de tenerlos atados a un cochecito.
5. Hablando:
Las niñas suelen empezar a hablar aproximadamente un mes antes que los hombres, en la primera mitad del segundo año. Las niñas tienden a desarrollar un mayor vocabulario entre los 18 y los 24 meses, según estudios realizados por académicos británicos.
Sin embargo, se ha demostrado que, además del género, que representa aproximadamente el 3% de la capacidad de un niño para comunicarse verbalmente, al menos el 50% de la capacidad de un niño para comunicarse está determinada por su exposición al medio ambiente y la gente que lo rodea.
6. Actividad física:
Según los expertos canadienses, los niños son más inquietos que las niñas. Es más probable que se vea a los niños corriendo, saltando y jugando a la pelota en un patio de recreo que a las mujeres, que pasan más tiempo en el cambiador, gatean distancias más largas o se vuelven inquietas en el cochecito. Ya sea que su hijo sea niña o niño, siempre es una buena idea incluirlo en una variedad de entrenamientos o actividades físicas, tanto en interiores como en exteriores.
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